Velatorio con cajón abierto ¿Por qué se hace?
Los rituales funerarios son diferentes para cada familia, se han convertido en una despedida necesaria para el duelo y en una manera de conmemorar la memoria del ser amado.
Un funeral es un momento de pesar para las familias en el que se recibe el apoyo de otros seres allegados y se siente la admiración y el respeto por la memoria del difunto.
Cada familia, según la cultura, nivel social, religión y capacidad económica realiza un funeral distinto, en los velatorios se pueden esperar ciertos aspectos dependiendo de la religión del difunto, sin embargo, es un resultado personal al final de cuentas.
La tradición de velar a los muertos data desde los primeros años de la evolución humana, con esto cumplimos varios propósitos que, según las familias, pueden ser:
Honrar la memoria y el honor del fallecido.
Abrir un camino espiritual al ser que acaba de partir.
Completar y ayudar al duelo de los familiares ofreciendo una despedida.
Teniendo esto en cuenta, cuando nos vemos en la necesidad de preparar un funeral hay algunas interrogantes que responder antes.
¿Cuáles eran las preferencias del difunto?
Si, hay quienes se preparan para la muerte, planifican y dejan por escrito sus deseos, incluso hay personas que expresan las preferencias.
En estos casos, para la familia es más fácil tomar una decisión sobre si enterrar o cremar a su ser querido, incluso si es necesario realizar una ceremonia de velatorio o simplemente permitir un servicio directo.
En caso de ser un velatorio ¿Con el ataúd abierto o cerrado?
Una decisión delicada para algunos aspectos por las creencias alrededor del impacto de la decisión sobre el espíritu del difunto.
Con el cajón cerrado, la familia puede tener mayor privacidad, la memoria del fallecido permanece en la memoria en vida. Algunas religiones como la de Judía especifica que el velorio debe ser con este nivel de privacidad.
Otros casos en los que se prefiere el ataúd cerrado es cuando las muertes son violentas y la familia prefiere conservar un mejor recuerdo de su ser amado.
Mientras que, el ataúd abierto sugiere la posibilidad de ver el cadáver y ofrecer un cierre a cada allegado que decida acercarse. Al poder observar la realidad se vuelve más clara y el proceso de duelo se adelanta de la negación a la tristeza o aceptación.
Para muchas culturas, como las católica, es importante permitir que las personas visualicen el cuerpo con el fin de cerrar esa etapa y reconocer las buenas condiciones del cuerpo para su posterior resucitación.
¿Requieren que alguien hable en la ceremonia o no?
Para algunas familias es bonito ofrecer unas palabras que conmemoran la memoria del difunto, los miembros más allegados a este ofrecen anécdotas, historias y resaltan sus logros y bondades de su espíritu.
Otras familias prefieren el silencio, recibir a quienes deseen acompañar en este momento tan difícil de transitar.
Según las preferencias religiosas y culturales se reciben o no los pésames dentro del velorio.
Para la religión judía durante esta ceremonía se debe recordar las andanzas del difunto sin hablar de penas ni dolor, es un símbolo de respeto evitar las palabras de pésame frente o cerca al cuerpo.
¿Qué es lo más accesible a nivel económico para la familia?
El tema del precio de los servicios funerarios también es un aspecto que ayuda a tomar una decisión. Hay que considerar lo que es mejor para la familia, tomar en cuenta las diferentes opciones, las necesidades culturales y religiosas y elegir el servicio que mejor convenga.
¿Te gustaría dejar todo en orden para el día que faltes? Aunque puede ser un tema del que nadie quiere hablar, es importante proveer de seguridad a la familia en todos los aspectos.
Contar con un servicio funerario cubierto es una decisión razonable para evitar que tus seres amados se preocupen de más en un momento tan doloroso.
