¿Qué métodos de conservación de cadáveres existen?
¿Qué es la conservación de cadáveres?
Se denomina como conservación de cadáveres a las técnicas que se utilizan para tratar el cuerpo de un difunto, después del fallecimiento es necesario que se realice una preparación del cuerpo que permita llevar a cabo todos los trámites o experiencia sociales y religiosas que la familia desee alargando el proceso de descomposición.
Es una técnica que se remonta a la cultura egipcia, es sumamente popular debido a la fama que han adquirido las momias de la antigüedad, sin embargo, en la actualidad se aplican diferentes prácticas con el mismo objetivo, retrasar la descomposición del cuerpo.
La conservación de cadáveres es necesaria en cada caso, ya que es la única manera de asegurar la duración del cuerpo para su respectivo sepelio así como de resguardar la salud de las personas alrededor.
Continúa leyendo y descubre las diversas técnicas que se pueden emplear según la necesidad de cada familia.
Métodos de conservación de cadáveres
Métodos de conservación de cadáveres
Tal como su nombre lo indica, se trata de una preparación temporal que tiene como objetivo conservar el cuerpo por un máximo de 72 horas haciendo posible el retraso del proceso de descomposición. En este método se emplean diversos recursos según sea el caso, por ejemplo:
Refrigeración:
En las morgues en Panamá el sistema más común de conservación es el frío, mantener los cuerpos en bajas temperaturas e incluso congelados es necesario para evitar crisis de salubridad.
Se utiliza como método más frecuente en lugares públicos o de investigaciones policiacas que permiten a los forenses revisar el cuerpo y/o esperar el momento de reconocimiento del difunto.
Conservación química:
Se trata de la aplicación de químicos fuertes que logran que el proceso de descomposición sea más lento. Después de la limpieza y preparación del difunto se aplican las sustancias necesarias para alargar el proceso natural y permitir un sepelio regular.
Es la manera más común de tratamiento en las funerarias ya que permite a los familiares realizar velorios y despedirse del fallecido de la forma deseada.
Métodos de conservación de cadáveres
Son métodos económicos y populares de conservación, protegen la salubridad de las zonas urbanas y permiten una movilización y trato directo con el cuerpo.
Método de conservación duradero o embalsamamiento
El embalsamamiento es una técnica ancestral, conocida por su aplicación en el antiguo Egipto, esta permite la conservación de los cuerpos por periodos mayores a 72 horas ya que detiene el proceso de putrefacción a diferencia del método anterior que sólo lo retrasa.
Se utiliza en la actualidad en casos especiales que requieren procesos más largos antes de hacer la disposición final del cadáver.
Para hacerlo posible el tanopractor se encarga de preparar el cuerpo con sustancias químicas especiales y en concentraciones específicas para lograr la conservación durante el tiempo deseado.
Es utilizado en casos especiales que requieren un velatorio de varios días como personalidades reconocidas o aquellos que requieren un traslado especial de un país a otro para realizar la disposición final del difunto.
Ventajas:
Ayuda a lograr una disposición del cuerpo en los tiempos deseados, los familiares pueden confiar en que el cuerpo se mantendrá en buen estado durante el tiempo previsto.
¿Cuándo se debe hacer?
Existen leyes que regulan estos métodos de conservación y varían según las disposiciones legales y religiosas de cada país.
Por ejemplo:
El método temporal se debe emplear cuándo el cuerpo vaya a ser dispuesto en crematorio o entierro en un lapso menor a 72 horas (contadas desde el momento del deceso). Si por alguna razón el velorio o las condiciones del cementerio o crematorio necesitarán más tiempo del acordado entonces la funeraria deberá aplicar otro método de conservación.
El embalsamamiento se recomiendan situaciones que requiere la conservación del difunto por un lapso superior a las 72 horas, así como también en los casos de repatriación del cadáver en donde se debe disponer el cuerpo para un viaje aéreo, marítimo o por tren. Así mismo, se considera útil esta estrategia cuando el profesional responsable del cuerpo lo considera necesario para resguardar la salud de las personas alrededor.
